El 27 de enero de 2017 el Presidente de Estados Unidos firmó una Orden Ejecutiva que suspendió por 90 días la entrada al país de ciudadanos de 7 países de mayoría musulmana: Irán, Irak, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen además de suspender también temporalmente el procesamiento de solicitudes de refugio. Sin embargo, su aplicación fue suspendida por un Juez Federal. En consecuencia, el Presidente Trump firmó el 6 de marzo de 2017 una nueva orden con ajustes para evitar que fuera nuevamente bloqueada. Entre los principales cambios eliminó a Irak de la lista de países vetados. Sin embargo, voces opositoras en el Congreso y la sociedad civil en general han acusado que este nuevo documento continúa siendo discriminatorio, al basar la prohibición en la religión que practican los habitantes de estos países.